Su adaptación al español es poniéndole tilde en la primera O, y haciendo fuerza en la sílaba -gon.
Buena parte de los Góngora emigró a tierras andaluzas, lugar donde nacería el ilustre poeta del barroco, Don Luis de Góngora y Argote, hacia 1561.
Carlos de Sigüenza y Góngora, científico novohispano del siglo XVII, perteneció al mismo linaje.
Hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX, una gran parte de la familia Góngora se embarcó rumbo a América, siendo sus principales destinos Argentina, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Brasil y Uruguay.
Actualmente es un apellido muy poco difundido en el mundo hispano, si bien cuenta con presencia en la mayor parte de Latinoamérica y España.