Esta enfermedad causa grandes pérdidas en cultivos de todo el mundo ya que el agente causal se encuentra ampliamente distribuido y suele ser muy destructivo.
Esta sintomatología suele ser asimétrica, es decir, se produce en un lado de la planta y progresa hacia la parte superior del tallo.
El viento disemina luego las esporas, que germinarán en la floración (si la humedad está cercana al 100% durante 2 a 3 días, la mejor germinación se da entre los 20 - 25 °C) y luego colonizan las flores y, a continuación las espigas.
Los triazoles limitan el crecimiento del hongo fusarium en las espigas y, por tanto, la acumulación de toxinas en la planta.
Varios países y comunidades (incluyendo la Unión Europea[2]), han establecido límites que no se pueden exceder para distintos productos.
Por ejemplo, en Europa, los niveles máximos de toxinas en los alimentos se han publicado en DOCE.
En el Norte de África, la fusariosis, localmente llamada bayoud, ataca sobre todo a la palmera.