La primera expedición regresó varios años después, hacia el 210 a. C., cuando Xufu afirmó que una criatura marina gigante les había bloqueado el camino.
La expedición partió por segunda vez, con arqueros que harían frente a este monstruo, pero nunca más se supo de ella.
En la mitología china, Fusang se refiere a un árbol divino de Oriente, desde donde sale el sol.
La leyenda china habla de diez aves (normalmente cuervos) que viven en el árbol, y mientras nueve descansan, la décima portaría el sol en su viaje.
En idioma japonés, Fusang se pronuncia /fusó/ (扶桑), y es uno de los nombres para designar el antiguo Japón.
La unidad china de longitud, el li, varió con el tiempo, pero durante las dinastías Han medía 415,8 metros.