Fundamentalismo

[1]​ También, en otros casos, se puede relacionar al fundamentalismo político, que no es menos común.El fundamentalismo político no necesariamente se relaciona de manera directa o indirecta con las religiones tradicionales, sino que promueven una cosmovisión radical e incluso antiteísta.El fundamentalismo es un concepto moderno que surge como reacción cuando la sociedad moderna empieza a guiarse por leyes humanas y deja de lado las divinas, afectando a los hábitos y al estilo de vida.[2]​ Toda iniciativa fundamentalista está abocada a inmiscuirse en la política del Estado en el que se desarrolla por su misma naturaleza moralista y reformista.Los fundamentalistas suelen basarse en escuelas de pensamiento preexistentes y modificarlas a su medida o bien crear las suyas propias.En los casos extremos y más intrusivos, esto puede conducir a la implantación de regímenes totalitarios.En ello se fijó también el teólogo baptista Harry Emerson Fosdick, cuando en 1922 escribió su sermón ¿Ganarán los fundamentalistas?.En su sentido más amplio, el fundamentalismo se puede aplicar a grupos cristianos tanto católicos como protestantes.El fundamentalismo, no obstante, es percibido como una fuerza en alza dentro de las asociaciones religiosas y su alcance cada vez más penetrante.Esta por discernir si esto se produce por el simple cambio en las denominaciones y una nueva forma de mirar a rasgos ya existentes desde antaño o por un verdadero aumento en el número de personas que abrazan ideas fundamentalistas.Con todo, la Iglesia católica y las iglesias evangélicas en su conjunto, pese a ejercer eventualmente como grupos de presión política, habían aceptado hace tiempo un sistema pluralista que mantuviera separados a la Iglesia y al Estado y donde la convivencia se basara en un sistema de leyes humanas aprobadas de forma democrática, con lo cual se ha logrado contener los excesos totalitarios que la interpretación fundamentalista produce en sistemas teocráticos basados en las leyes religiosas.La mayor parte de las escuelas rabínicas y talmúdicas judías creen que el Tanaj (el Antiguo Testamento) no puede ser entendido literalmente o aislado, sino que necesita de un acompañamiento conocido como la Torá oral.Por último, los caraitas, según ellos mismos, "son una secta judía que no reconoce la autoridad de la tradición postbíblica incorporada en el Talmud y en los trabajos rabínicos más tardíos".Dicha visión se oponía al sionismo secular, según el cual los judíos debían ser una nación como las demás.La retórica antiimperialista se incorporó desde entonces y absorbió en muchos aspectos al panarabismo laico.En el plano legal, esto se tradujo en la incorporación de la ley islámica, redactada hace un milenio, a su sistema jurídico.Por su parte, las guerras árabe-israelíes, junto con un furibundo antisionismo que resucita aspectos del viejo antisemitismo al hacer a los judíos culpables de todos sus males, exacerbó también el fundamentalismo islámico.Por fundamentalismo hinduista se comprende a los grupos fanáticos seguidores del hinduismo, principalmente en la India.[6]​ Otros estudiosos, sin embargo, utilizan el término en un sentido descriptivo más amplio para referirse a varios grupos de diversas tradiciones religiosas, incluyendo aquellos grupos que se oponen a ser clasificados como fundamentalistas, como en el Proyecto Fundamentalismo.[9]​ Tex Sample afirma que es un error referirse a un fundamentalista musulmán, judío o cristiano.
El presidente egipcio Anwar el-Sadat, asesinado por el fundamentalismo islámico.
El presidente egipcio Anwar el-Sadat , asesinado por el fundamentalismo islámico.