Sus fondos incluyen una importante colección de cerca de 6.000 obras del artista, incluyendo pinturas, esculturas, dibujos, esbozos, y otros documentos.
El complejo está ubicado junto a Son Abrines, que fue la residencia privada de Miró desde 1956, e incluye un primer taller, Son Boter, adaptado en una casa tradicional, y el segundo taller, más amplio, construido de raíz por el arquitecto Josep Lluís Sert, amigo personal del pintor.
Alrededor, por los jardines se aprecian varias esculturas y murales.
La biblioteca, en cambio, posee una fuente de luz cenital, propicia para la lectura.
En 1992 se agregó el nuevo Edificio Moneo, obra de Rafael Moneo, para abrigar los servicios administrativos y presentar de forma rotativa las obras del legado.