El experto Pedro Hinojo califica de «casi imposible» su estimación empírica.[4] En principio, las emisiones potenciales del carbón, el petróleo y el gas natural están limitadas por el suministro de estos recursos (si a una central térmica llegan mil toneladas de carbón, no podrá emitir más GEI que los resultantes de quemar esas mil toneladas).Pero se ha demostrado que quemar todos los combustibles fósiles disponibles conduciría rápidamente a un cambio climático nocivo para la humanidad.Se hipotetizó que también podría dar lugar a una fuga negativa (es decir, una disminución de las emisiones tanto en los países que aplicaran el impuesto como en los que no) debido a una disminución en la demanda y el precio del petróleo y el gas, pero esto no se ha observado.Este efecto beneficioso, sin embargo, no había sido cuantificado de forma fiable.