En un electroimán en forma de anillo con un pequeño entrehierro, el campo o flujo magnético se limita casi por completo al núcleo metálico y al entrehierro, que juntos forman el circuito magnético.
[2] Por analogía con un circuito eléctrico en el que la corriente, la fuerza electromotriz (tensión) y la resistencia están relacionadas por la ley de Ohm (la corriente I es igual a la fuerza electromotriz V dividida por la resistencia R; V = IR), se ha desarrollado una relación similar para describir un circuito magnético.
Si se aumenta la corriente que pasa por una bobina (como en un electroimán) o el número de vueltas de alambre de la bobina, la fmm es mayor, y si el resto del circuito magnético permanece igual, el flujo magnético aumenta proporcionalmente.
El término fuerza magnetomotriz fue acuñado por Henry Augustus Rowland en 1880.
Esta ecuación se puede entender como una analogía a la ley de Ohm ( V = R I ).
Las variables magnéticas se comportan como sus análogas eléctricas en la ley de Ohm.
Por esto las líneas de flujo están dentro del cuerpo de alta permeabilidad, puesto que esto ofrece mucha menor reluctancia que el aire.
Usualmente en los circuitos eléctricos simples (como en la Figura) la fuerza magnetomotriz se genera empleando un solenoide.
Un solenoide es, esencialemente, un hilo conductor aislado enrollado en forma de hélice.
La unidad del Sistema Cegesimal de Unidades (CGS) de fuerza magnetomotriz es el gilbert (Gb), introducida por la Comisión Electrotécnica Internacional en 1930[9] El gilbert se define de manera diferente y es ligeramente más pequeño que el amperio.
Su nombre proviene de William Gilbert (1544-1603), físico, astrónomo y filósofo inglés.