El sistema defensivo de Humaitá fue iniciado por Carlos Antonio López (1790-1862) que, entre otras innovaciones, implantó el servicio militar obligatorio en el país.
En el lecho del río, minas y tres gruesas cadenas de hierro, impedían la navegación en aquel trecho dominado por la fortaleza.
Comandaba Humaitá el coronel Paulino Alén, secundado por los oficiales de artillería coronel Francisco J. Martínez y comandantes Pedro Gill, Remigio Cabral y Pedro Hermosa, quienes serían responsables directos de las baterías.
Esa noche el mariscal Osorio atacó el Reducto de San Solano ubicado al norte de Humaitá, que se hallaba defendido por el coronel Pedro Hermosa con una pequeña guarnición paraguaya que contaba con 46 cañones.
[2] En el Museo Histórico de la ciudad, instalado en el edificio que fue utilizado como cuartel por Solano López, se encuentran diversas piezas relativas al conflicto.