Casamata

Así se puede hablar de casamatas para ametralladoras, para artillería, etcétera.

Según el diseño, se dejan una o más aberturas desde las que hacer fuego sobre las zonas a cubrir.

En épocas anteriores a la Revolución Industrial, las casamatas se podían construir en ladrillo, tierra o, incluso, piedra trabajada.

Se diferencia de un búnker porque este último es un complejo de edificios, generalmente subterráneos, que pueden incluir una o más casamatas (o ninguna), mientras que una casamata es solo una planta que alberga el arma, el cañón o la ametralladora, incluso en un barco.

La palabra proviene del italiano casamatta,[1]​ cuya etimología es incierta, aunque podría derivar de casa (en el sentido de «choza») y matta (latín matta), «hecho con juncos y cimbres», por lo tanto una cabaña de techo sin ventanas u otras aberturas colocadas en lugar pantanoso.

Una casamata en Kornwerderzand, Países Bajos .
Una casamata alemana destruida en Pointe du Hoc (1944).