[1] El origen del agua de la fuente se remonta a uno de los sistemas de conducciones y depósitos, entonces llamados viajes del agua, que se construyeron en el siglo XVII.
[2] Cuando el agua no estaba accesible en cada casa, las mujeres, como responsables de la higiene y el cuidado de los hogares tenían que ir muy a menudo a buscarla, por lo que las fuentes eran lugares de reunión del vecindario en los que compartir historias propias y ajenas.
[3] En la década de los años 50 del siglo XX, los vecinos celebraban bailes y los niños formaban pequeñas piscinas aprovechando la cercanía del Canalillo.
Antes de su reciente rehabilitación estaba medio escondida y resultaba un lugar discreto en el que lavarse.
Según vecinos que vivieron en estos tiempos, Tomasa estableció la fuente como lugar de citas con puteros y prostitutas, llegando a ser tan popular que se le adjudicó su nombre a la fuente.