Al comienzo de su reinado se enfrentó a un ejército enviado por Abderramán I, emir de Córdoba, en Pontuvio[b] (Galicia).
Poco después tuvo que reprimir otra rebelión de los nobles gallegos en el año 766.
Reformó el clero de su reino, prohibiendo el casamiento a los clérigos e incluso obligando a dejar la esposa a los casados, lo que le granjeó la enemistad de gran parte de este estamento.
Tras el asesinato, Fruela tomó al hijo de Vimarano, llamado Bermudo (que no se debe confundir con el rey de Asturias Bermudo I), y lo hizo criar como un hijo, tal vez tratando de reparar el daño causado con la muerte de aquel.
Posteriormente, la iglesia de San Salvador de Oviedo fue saqueada y arrasada, en el año 794, por las tropas musulmanas y, a continuación, el rey Alfonso II de Asturias ordenó la reedificación del templo.