[3] Fue la concreción en Francia del Frente Popular antifascista, nueva estrategia política acordada por la Internacional Comunista en su VII Congreso celebrado en Moscú en agosto de 1935.
Ese día se celebraron dos manifestaciones separadas, una encabezada por el SFIO y otra por el PCF, pero acabaron confluyendo al grito de ¡Unité!
[4] Solo tres días después eran aplastados en Viena los socialdemócratas austríacos por el dictador social-cristiano Dollfuss, lo que conmocionó a todo el movimiento obrero europeo.
Esta manifestación se considera como el acto fundacional del Frente Popular en Francia.
Se abandonó la tesis del socialfascismo y se propuso la alianza de las clases populares y las clases medias democráticas mediante la coalición de sus respectivas organizaciones políticas en un gran frente antifascista (el «Frente Popular»).
[11] En muchas ocasiones las huelgas, sin que hubiera precedentes, fueron acompañadas de la ocupación de las fábricas para presionar a los patronos y evitar que recurrieran a los esquiroles y al lock out.