Friedrich Spee

Spee fue la primera persona de su tiempo que habló fuertemente y con argumentos contra la tortura en general.

Según Michel Porret, de la Universidad de Ginebra, «si Jean Wier refutó el paradigma demonológico de la mujer pecadora como bruja, fue el jesuita renano Friedrich Spee von Langenfeld quien desmontó la máquina judicial que transforma a la marginal analfabeta en adepta satánica...

Ausencia de abogados, calumnias y rumores, tortura, pruebas inexistentes, respuestas sugeridas por el juez tendencioso: el proceso inquisitorio quiebra a los inocentes, fabrica los culpables y multiplica los errores judiciales».

[1]​ Su actividad literaria pertenece a los últimos años de su vida, cuyos detalles son poco conocidos.

No obstante, le angustiaba el hecho de que muchas personas inocentes fueran asesinadas junto con las brujas reales.

Incluso en el siglo XVII fueron publicadas una serie de nuevas ediciones en alemán.