[1][2] Luego de su muerte, su hija, Cecilia Calderón, asumió la dirigencia del partido,[3] convirtiéndose en la primera mujer ecuatoriana en dirigir un partido político, manteniendo la misma línea política.
En 1997, ante el derrocamiento de Abdalá Bucaram, el FRA llegó al poder a través de Alarcón, compartiendo el poder con el Partido Social Cristiano, Democracia Popular e Izquierda Democrática.
El partido obtuvo su mejor resultado legislativo en las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente de 1997, obteniendo 7 asambleístas.
Posterior al gobierno de Alarcón, el cual terminó con baja popularidad, el FRA empezó a perder terreno político, resultando en cambios profundos a su estructura en los siguientes años, retomando una línea de liberalismo radical.
En 2002 pasó a llamarse Alfarismo Nacional y apoyó la candidatura presidencial del socialcristiano Xavier Neira.