En economía, negociación colectiva, psicología y ciencia política, se llama polizones a aquellos individuos o entes que consumen más que una parte equitativa de un recurso, o no afrontan una parte justa del costo de su producción.
El problema del polizón, también conocido como el consumidor parásito (del inglés free-rider problem) se ocupa de cómo hacer para evitar que alguien pueda ser un polizón, o por lo menos limitar sus efectos negativos.
Un ejemplo del problema del polizón es el gasto militar: ninguna persona puede ser excluida de ser defendida por las fuerzas militares de un país, y por lo tanto los polizones podrían negarse o evitar pagar por ser defendidos, aun cuando están tan bien defendidos como aquellos individuos que contribuyen a solventar los gastos del Estado.
Esta es la razón por la que servicios públicos tales como gastos militares o de policía son provistos exclusivamente por los gobiernos.
El decidir como es que se reparte el costo entre las personas es motivo de importantes análisis políticos.