Frederick Abberline

Posteriormente, Frederick Abberline se involucró en 1889 en la investigación del Escándalo de la calle Cleveland.[3]​ Sin embargo, tal cual se advertirá más abajo en la sección correspondiente, al respetado Inspector no le faltaron detractores.Aunque no tuvieron hijos, su matrimonio duró hasta la muerte de Frederick 50 años después.Las iniciales suspicacias que en obras literarias despertó el inspector Frederick George Abberline, datan del libro titulado Jack the Ripper: The final solution[5]​ del autor Stephen Knight, y publicado en 1976.El citado libro sigue la línea de las teorías conspirativas, y en él se sugiere que las atroces fechorías de 1888 tuvieron por propósito eliminar ritualmente a prostitutas conjuradas contra la monarquía.Una buena remuneración monetaria que Scotland Yard le brindó cuando el policía pasó a retiro, es visto por Stephen Knight como excesivamente cuantiosa.A partir de ese dato, arguye –muy arriesgadamente y sin pruebas concretas– que el auténtico motivo por el cual le concedieron aquel premio no fincó en recompensar sus largos años de servicio profesional, sino en comprar su silencio.[14]​ El autor muestra en su libro 24 láminas en las que se disponen los 84 gestos tipo y escrituras características.El autor concluye su libro con la leyenda "La escritura no miente", del precursor de la grafología emocional objetiva, Rafael Schermann.No obstante (y haciendo un paréntesis sobre las hipótesis de su implicación); en esta representación se indica que el asesino en realidad era un carnicero que al padecer de una enfermedad venérea, inició una "vendetta" contra las prostitutas.