Fue profesor en los conventos dominicos de Jerez (1493), Burgos (1495) y Salamanca (1496).
Estuvo entre los negociadores ante la reina Juana la Loca y viajó a Flandes para presentar las reivindicaciones comuneras (un documento denominado Ley Perpetua del Reino de Castilla, del que se considera principal inspirador al profesor de Salamanca Fernando de Roa)[1] ante el emperador Carlos V, que no quiso recibirles y mandó apresarles y ajusticiarles, aunque consiguieron volver a Valladolid.
Mantuvo una postura intransigente, contraria a aceptar treguas o transacciones con los imperiales.
En Jaca redactó La guía del cielo, su única obra conocida (publicada póstumamente en Alcalá de Henares en 1555).
[2] Terminada su condena, reside en el convento dominico de Oviedo entre 1526 y una fecha indeterminada, anterior a 1531.