Domingo de Betanzos

A la muerte del primero, Betanzos ocupó su lugar como vicario de los dominicos en las Indias y durante su gestión logró el avance de la orden hacia Cuba y convenció a Bartolomé de las Casas a que entrara con los dominicos.

En 1526 salió la primera misión dominica hacia la Nueva España, encabezada por fray Tomás Ortiz, al detenerse en la Española, se les unió fray Domingo de Betanzos con otros religiosos, los cuales llegaron a la Ciudad de México en vísperas del apóstol Santiago, razón por la cual la futura provincia dominica llevaría su nombre.

Dos memoriales dirigió al Consejo de Indias en tal sentido en 1532 y 1534 que revelan la imagen que había desarrollado de los indios.

[1]​ En el mismo memorial expresa ya lo que será en él una especie de obsesión: El juicio y sentencia de Dios justísimamente es dado sobre ellos, que todos mueran y no quede dellos memoria porque sus pecados tan horribles y contra toda natura cual nunca jamás se ha hallado [...].

A su regreso la orden siguió creciendo e impulso el empleo de la imprenta, el primer libro publicado en América fue la Santa Escala, de san Juan Clímaco que era el libro de texto de los novicios dominico, fray Domingo primero mandó a fray Juan de la Magdalena a traducir el texto del latín al castellano y posteriormente se imprimió.