[2] La comunidad nace del carisma de Luigi Giussani, cuando en la celebración del trigésimo aniversario del Movimiento de Comunión y Liberación el papa Juan Pablo II dijo lo siguiente: «Id por todo el mundo y llevar la verdad, la belleza y la paz, que se reúnen en Cristo Redentor».
Normalmente los jóvenes que piden ingresar a la Fraternidad provienen del movimiento.
[3] Los sacerdotes son enviados en grupos de dos, tres o más; comparten la misma casa y están destinados en general a permanecer mucho tiempo en la diócesis donde se les exija.
Según la descripción del Anuario Pontificio, los miembros de la Fraternidad se dedican a la evangelización y la educación en la fe a través del ministerio sacerdotal, sobre todo donde se hace necesaria la implantación de una nueva iglesia.
[2] Los Misioneros de la fraternidad son unos 146, de los cuales 105 son sacerdotes,[2] repartidos en unas 25 misiones presentes en Alemania, Austria, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Hungría, Italia, México, Paraguay, Portugal y República Checa, Rusia y Taiwán.