Hasta la fecha, no hay pruebas concluyentes sobre si Morris logró escapar de la isla o si murió en el intento.
El FBI dedujo que Morris y los demás, habrían muerto ahogados en su intento de fuga.
Desde mayo de 1962, estuvieron llevando a cabo todo lo necesario para la fuga.
Sin embargo, al llegar la hora de la fuga, Allen West, impedido por la rejilla a la que se cree no supo atravesar, o paralizado por el miedo, llegó tarde hacia el punto de encuentro, y viendo que sus compañeros ya se habían marchado, se vio obligado a retornar hacia su celda y los demás le dejaron atrás.
Una vez allí inflaron la balsa con un acordeón y un sistema de válvula, para huir a flote hasta la Isla Ángel.
Al sonar la alarma acudieron todos los policías en la bahía de San Francisco, pensando que irían hasta allí.