El acogimiento familiar es una medida de protección de la infancia de carácter temporal o permanente, mediante la cual se ofrece un entorno familiar adecuado a niños, niñas y adolescentes que, por distintas circunstancias, han pasado a ser tutelados por la administración correspondiente, hasta su mayoría edad, o hasta que puedan volver con sus familias biológicas o mientras se formaliza el proceso de adopción.
[1] A diferencia de la adopción plena, el acogimiento permite que el niño siga manteniendo el vínculo de unión jurídico y afectivo con su familia biológica, lo que significa que las familias de acogida no se convierten en padres totales del menor y en algunos casos el niño podrá seguir teniendo contacto con su familia biológica, ya sean padres, abuelos, tíos, etc.
Estas familias ejercen el cuidado del niño debiendo de comprometerse a proporcionar no sólo su sustento sino también una formación personal y educativa, hasta que el menor alcance la mayoría de edad (18 años) pueda regresar con un pariente biológico.
[3] En general, se prefiere el acogimiento familiar a otras formas de cuidado fuera del hogar.
[4] El acogimiento familiar pretende ser una solución a corto plazo hasta que se pueda realizar una colocación permanente.
[5] En la mayoría de los estados, el objetivo principal es reconciliar a los niños con los padres biológicos.
Sin embargo, en Estados Unidos, el acogimiento por familiares formal es cada vez más frecuente.
Durante todo el periodo en el que fue torturado, fue atendido repetidamente por los servicios infantiles de Haringey y por los profesionales sanitarios del Servicio Nacional de Salud.
[12] Los servicios infantiles de Haringey ya fracasaron diez años antes en el caso del Victoria Climbié.
La experiencia de acogida puede no tener nada que ver con los síntomas o, por el contrario, un trastorno puede verse exacerbado por tener una historia de acogida y los abusos que conlleva.
Sin embargo, se ha demostrado que el cerebro humano tiene un buen grado de neuroplasticidad.
Por último, las democracias sociales son los gobiernos más avanzados en cuanto a su sistema de acogida.
[24] Sin embargo, los jóvenes que salen del sistema de acogida han indicado que estos programas no logran atender plenamente las necesidades de los jóvenes adultos sin asistencia familiar.
[25][26] Esto también se ha denominado el "conducto del cuidado de acogida a la prostitución".