Francisco de Trejo
Terminado su compromiso con de la Gasca, como el territorio peruano no ofrecía en aquellos momentos grandes alicientes, Francisco de Trejo dejará el Perú y se enrola en los tercios conquistadores que han acudido desde el Nuevo Reino de Granada.Como Francisco de Trejo es inquieto y batallador, como le ha tomado sabor a su cometido castrense, después de la campaña norteña busca la acción y vuelve nuevamente hacia el sur neogranadino y en la ciudad Tocaima se alista entre los expedicionarios del capitán Andrés López de Galarza para explorar y conquistar a los Pijao del Valle de las Lanzas, donde las indomables tribus que poblaban aquel territorio, por su extremada belicosidad, no dejaban acercarse a los españoles.Como Trejo no repara en maquinaciones porque todavía no conocía los perversos recovecos del alma humana, estando en Pamplona se alista en una expedición para castigar a un honorable capitán que su único delito había sido fundar la ciudad de Mérida en los confines de “las Sierras Nevadas” El honorable capitán que había fundado Mérida y al que iban a prender, se llamaba Juan Rodríguez Suárez, que enemistado con el capitán Juan Maldonado por asuntos de competencia castrense, éste se valía de sus influencias en la Real Audiencia de Santa Fe para deshacer lo que Rodríguez Suárez había conseguido materializar.Unos días más tarde, cuando la infausta noticia llegaba hasta Mérida, amigos y enemigos de Juan Rodríguez Suárez, lloraron su muerte por el buen recuerdo que guardaban de él los que habían servido a su lado.Afortunadamente el incidente se solventó con rapidez, ya que los soldados de Aguirre lo abandonaron porque ninguno de ellos quería seguir a su lado por las tropelías y crímenes que había cometido aquel capitán, convertido en un loco tirano.Nuevamente será nombrado alcalde ordinario de Mérida en 1584 y regidor en 1587.