Fue ahí donde tuvo como preceptor al célebre paisajista mexiquense José María Velasco.
Recibió entonces la influencia de los pintores clasicistas William Bouguereau, Jules Joseph Lefevre y Léon Bonnat.
A partir de ello es que se convirtió en experto en ilustrar batallas y episodios militares.
Los encargos oficiales o particulares tenían como objetivo exaltar las glorias del sistema.
Con este trabajo, el artista aseguraba una brillante carrera al vincularse con un tema poco cultivado en el terreno estético mexicano.