Francisco Salamone

[3]​[5]​ En 1919 obtuvo dos medallas como reconocimiento a sus diseños en exposiciones de Milán y Barcelona.

[5]​ En 1928 se casó con Adolfina Croft, de ascendencia austríaca, con quien tuvo cuatro hijos: Ricardo, Roberto, Ana María y Stella Maris.

Todas estas obras fueron realizadas en una intendencia a la que se le endilgaron hechos de corrupción.

Los municipios que no contaban con equipos técnicos podían contratar profesionales y empresas constructoras para la ejecución de sus obras públicas mediante el llamado a licitación.

En este marco, Salamone apareció dirigiendo y proyectando, junto a otros destacados arquitectos, edificios municipales, plazas, portales de cementerios, etc.

En su mayoría, los municipios encomendaron a Salamone la tarea de construir distintos edificios públicos, dándole carta blanca para sus proyectos.

La idea fue fomentar el crecimiento de los pequeños pueblos y ciudades del interior.

También varias muestras de fotografía se encuentran ocupadas en preservar su labor.