[1] En 1847, durante la Invasión estadounidense, se incorporó al ejército como voluntario y más tarde fue designado secretario particular del ministro de Guerra y Marina, Manuel Robles Pezuela.
De acuerdo con Rodríguez Pucheta (2005), esta reforma educativa «se convirtió en la fuerza motora que justificó la implementación de importantes cambios en materia educativa a nivel nacional».
Su propuesta fue el diseño de un «sistema fiscal mixto con gravámenes directos e indirectos».
[11] Ochoa Contreras (1974) indica que el gobierno landerista orientó su política económica «hacia el aumento a toda costa de los ingresos» estatales.
Estas políticas permitieron al gobierno cubrir sus deudas y pagar sueldos atrasados.
Además, se fijaron impuestos en «favor de los colegios preparatorios y que reglamentaron los estudios superiores».
En julio del mismo año, el Congreso decretó que «en lugares donde existan problemas serios en la división de terrenos comunales [...] el Ejecutivo [...] podrá autorizar su división en terrenos asignados a un cierto número de dueños».
Se hicieron diversas concesiones a las compañías ferrocarrileras encargadas de la construcción de líneas troncales y al Banco Franco Egipcio para el establecimiento del Banco Nacional Mexicano.
[2][18] En noviembre siguiente, presentó una propuesta para reducir el impuesto a la exportación de metales preciosos, especialmente la plata.