La ciudad de Campana lleva ese nombre en su honor, siendo el quién adquiriese esas tierras originalmente.
Más tarde sería pionero en la instalación de una curtiembre en las márgenes del riachuelo.
[8] En 1763, don Francisco Álvarez Campana le propone a Pedro Ceballos construir por cuenta propia una Recova que cruzara la Plaza Mayor, y qué serviría para puestos de venta y comercios.
En 1767 inicia un nuevo emprendimiento junto a su socio Louis Brest (oficiando como testaferro ya que Campana se encontraba embargado) y dirigida por Domingo Dubrocat.
Allí se procesaban cueros de lobos marinos, vacas, toros, becerros y perros.
[9] La curtiembre estuvo activa por un corto tiempo debido al fallecimiento de Álvarez Campana en 1773.
En 1772 fue rescatado económicamente por su hermano José, quien era tesorero real de Zacatecas en Nueva España.