Su reinado vio el nacimiento de varias iniciativas sociales, artísticas e intelectuales.
Como un "déspota ilustrado" receptivo a las ideas progresistas emergentes en las últimas décadas del Antiguo Régimen, trato de introducir las ideas de la Filosofía ilustrada en el Principado, pero la falta de dinero o poder hizo que estos proyectos no siempre tuvieran éxito.
Un cierto letargo y estrechez de miras reinaban entonces en el Principado, impidiendo cualquier progreso real.
Velbrück fue un gran protector de los artistas, e incluso, los poetas manifestantes.
En la esfera artística, como un mecenas, contribuyó mucho al resurgimiento de las artes en el principado.