Su trabajo surge del espacio interdisciplinario que comparten el arte, la arquitectura y las prácticas sociales.
En 1986 dejó atrás su profesión como arquitecto y se reubicó en la Ciudad de México.
Alÿs con frecuencia representa paseos –o caminatas que se resisten a ser sometidas por el espacio común.
En Fairy Tales (1995), realizó un paseo mientras el suéter que llevaba puesto se desintegraba, dejando a su paso un sendero sin fin de hilo azul.
Cada vez que dejan de tocar, el auto rueda hacia a atrás por la pendiente, como si se hubiera quedado sin gasolina, y cuando la música comienza de nuevo, el auto asciende una vez más.
Sobre la pieza, Kara L. Rooney escribe en The Brooklyn Rail: “Mirar esa delgada figura corriendo en dirección a los tornados es al mismo tiempo ridículo y perturbador –hilarantes cualidades que muy pronto dan paso a la gravitas mientras el artista se introduce físicamente en el ojo de la tormenta.
En uno de ellos, The Nightwatch (2004), un zorro salvaje llamado Bandit fue liberado en la National Portrait Gallery (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
En Don’t Cross the Bridge Before You Get to the River (2008), una línea de niños con barquitos hechos de zapatos abandonan Europa y se dirigen hacia Marruecos, mientras que otra línea de niños también con barquitos abandonan África y se dirigen hacia España.
Alÿs repartió entre los jóvenes señuelos diseñados para imitar pájaros, y escondidos entre las ruinas, se llamaron con los silbatos para crear la ilusión de que la ciudad volvía a tener vida.
“Durante mis años de universidad en Italia estuve profundamente hechizado por la pintura prerrenacentista: desde Lorenzetti hasta Fra Angelico.
Mis imágenes con frecuencia se resuelven mentalmente –‘se imaginan’– en el momento en el que llegan al lienzo.”[7] A principio de los noventa, Alÿs colaboró con rotulistas mexicanos para que pintaran versiones ampliadas y más elaboradas, y bajo sus propios gustos, de sus pequeñas pinturas.
Muchas de estas imágenes anticipan y recuerdan formas que el artista ha empleado en sus acciones, sin embargo las pinturas conectan también de otras maneras con sus acciones porque las superficies son trabajadas y re-trabajadas.
[9] El hecho de que las imágenes nunca son concluidas, sino palimpsestos, sugiere la profunda conexión entre pintura figurativa y arte acción que descansa en el corazón del trabajo de Alÿs.
En 1994 se exhibieron por vez primera 24 Fabiolas en Curare: espacio crítico para las artes, en la Ciudad de México.
Allí se pueden vídeos cortos, filmados desde 2017 en Hong Kong, Congo, Bélgica y México, que indagan en la naturaleza del juego, particularmente infantil.
Francis Alÿs es representado por David Zwirner en Nueva York, Galerie Peter Kilchmann en Zúrich, y Jan Mot en Bruselas.