Realizó diversos trabajos en instituciones religiosas de la región, en los que muestra su conocimiento del arte boloñés, en especial de los Carracci.
En 1674 comenzó una importante serie de decoraciones al fresco en el Palazzo Ducale de Modena, con la ayuda del quadraturista Baldassarre Bianchi.
Aquí su estilo se hace más suave, probablemente influido por una reciente estancia en Venecia (1693-1694).
El uso del color en obras posteriores confirman este dato.
Entre sus alumnos figuran Girolamo Donnini y Giacomo Zoboli.