Francesco Granacci

Dotado de buena mano, pero escasamente original, asimiló tan profundamente las lecciones quattrocentistas que apenas evolucionó su pintura.

Esta circunstancia hace fundamental la existencia de la biografía que le dedicó Giorgio Vasari en Vida de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos, donde se citaba numerosas obras del pintor, todas localizadas, aunque no datadas con exactitud.

Su fidelidad a los modelos de Miguel Ángel deja paso a un tratamiento más ligero y libre en la predela, donde por su pequeño tamaño no hay lugar para la monumentalidad clásica.

Consiguió su plena madurez artística alrededor de 1519, con obras como la Virgen con Niño y san Juan niño (Museo de Arte Occidental y Oriental de Odessa), en las que se ha producido una cierta superación de los esquemas del quattrocento con un sentido más complejo y moderno del espacio compositivo y del movimiento.

La influencia de Jacopo Pontormo y otros pintores manieristas iba a aportar todavía a la pintura de Granacci soluciones originales, que el pintor empleó sobre todo en las obras de pequeño formato, mientras que en las obras más grandes se mantuvo sometida a un estilo clásico.

José presenta a su padre y hermanos al farón , Galería de los Uffizi (sala 25), Florencia .
Adoración del Niño Jesús .