Francesco Celebrano (Nápoles, 1729-1814) fue un polifacético pintor italiano, representante característico del settecento napolitano.
Influencias que se advierten todavía en sus obras inmediatas, como la Virgen con el Niño y santos de la catedral de Amalfi, para ir gradualmente introduciendo colores más brillantes en pinturas como la firmada Inmaculada y la Dolorosa de la parroquia de San Salvatore Telesino, ambas de hacia 1766.
[1] De hacia 1770 son las pinturas al fresco de los salones del palazzo di Sangro en Nápoles, con las alegorías de las estaciones del año.
[1] En la línea abierta por esta pintura y su orientación clasicista se sitúan dos escenas de caza, originalmente formando pareja, con Fernando IV y la reina María Carolina presenciando la montería en compañía de las damas de la corte, respectivamente conservadas en el Museo de San Martino de Nápoles y en el Museo del Prado, donde estuvo atribuida al francés Charles-François de la Traverse.
Restablecido Fernando IV en el trono retornó a la capital napolitana en 1801, donde se iba a encargar de impartir clases de dibujo en la academia de artillería e ingenieros.