El barón de Vitteaux murió a su vez en un duelo en 1583 con Yves IV d'Allègre, de quien Françoise, varios años mayor que él, se hizo amante tras conocerlo.
Françoise se convirtió en una mujer impopular entre los habitantes de Issoire debido a la influencia que ejerció sobre el gobernador durante los casi cuatro años que permaneció en la villa, llegando a proponer a d'Allègre la emisión de una orden que prohibiese a la burguesía de la ciudad llevar sedas o joyas bajo pena de muerte.
En una ocasión, un grupo de comerciantes fue severamente golpeado tras acudir a su casa con el fin de cobrar una deuda.
Después de que d'Allègre hubiese sido asesinado en su cama, Françoise, quien había tratado inútilmente de protegerse situándose en un hueco que había entre una cama y la pared, fue llevada a rastras a la habitación en la que había sido ultimado el gobernador y asesinada de una puñalada en el corazón.
Inmediatamente después, sus cadáveres fueron arrojados por una ventana y exhibidos desnudos en la plaza pública, tras lo cual fueron introducidos en barriles de vino y enterrados anónimamente en una bodega en el castillo de Meilhaud, siendo sus asesinos capturados y ahorcados seis meses después.