Las fracturas de cráneo se producen por lo general por un fuerte impacto sobre la cabeza.
Este puede originarse por accidentes de tráfico, caídas, precipitaciones desde lugares elevados, golpes fortuitos o agresión.
En los niños pueden también estar causadas por maltrato infantil o accidentes durante el parto.
Las fracturas de la base del cráneo puede afectar al conducto auditivo interno por donde pasa el nervio coclear y el nervio vestibular, provocando déficit de audición o parálisis facial por producirse daño en el nervio facial.
Esta fuga es un factor de riesgo para el desarrollo de meningitis y por lo tanto requiere atención quirúrgica inmediata.