Fue una de las primeras fosas exhumadas conforme a un protocolo científico, la cual dio origen a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
De las catorce víctimas, uno de los cadáveres pudo ser recuperado por la familia, por lo que en la fosa quedaron trece cadáveres.
Su exhumación en octubre del año 2000 rompió el silencio sobre miles de desaparecidos y dio lugar al nacimiento de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
Su dignidad y su tragedia deben formar parte de nuestra memoria" [5]Esta fosa forma parte del proyecto Memorias situadas[6] que recoge diferentes lugares de memoria relacionados con graves violaciones a los derechos humanos alrededor del mundo.
Con este proyecto el Centro Internacional para los Derechos Humanos y la Unesco (CIPDH-UNESCO) quieren mostrar las diferentes maneras que las comunidades abordan sus pasados traumáticos y dar a conocer esta historia a las futuras generaciones.