Fortaleza de la Zahara ibérica

La población se situaría en ladera estableciéndose las viviendas en terrazas siguiendo las curvas de nivel.

Al igual que ocurriría en épocas posteriores las casas estarían labradas en la roca caliza.

El segundo, fue hallado en el cortijo de Cabeza Real, cercano a la fortaleza junto al cauce del río.

El momento de conexión entre el mundo ibérico-turdetano y la cultura romana que se produce a finales del siglo III a. C. ha sido registrado arqueológicamente en el yacimiento.

En su interior se han documentado cinco niveles estratigráficos que rellenaron la estructura tras su abandono.

Ábside Iglesia primitiva antes de excavaciones.
Ábside después de la excavación.
León encontrado en los alrededores de Zahara.