Fue interpretado por un elenco de 25 actores con peso propio, encabezado por Claudio Levrino y Luisina Brando.
La producción contó con el asesoramiento del historiador revisionista Fermín Chávez y con la música de Oscar Cardozo Ocampo.
Es docente de guion en distintos institutos y universidades del país.
El debate sobre la lucha contra los indios que se encontraban en el territorio que se extendía más allá de las fronteras y de la vida en los fortines creados a tal fin.
Fue un desafío técnico enorme para la época y se produjo íntegramente en el país; se filmó en colores con cámaras portables adquiridas al efecto en Estados Unidos, con iluminación HMI y luego convertida en film.