Se llama fogata a un hornillo o pequeña mina.
Se coloca a tres o cuatro varas de profundidad en el suelo y a igual distancia poco más o menos de la contraescarpa, y se carga con cierta porción de pólvora.
Para hacer la fogata se excava la tierra en forma de pozo en cuyo fondo o en uno de los costados se forma un hueco o agujero llamado cámara destinado a colocar un barril de pólvora proporcionado al volumen que se quiera hacer volar.
La cámara se cierra con maderas, se rellena el pozo o ruina con la tierra extraída al tiempo de abrirla, se apisona y arregla de manera que a simple vista no sea conocido el sitio en que está el peligro.
Se llama fogata pedrera a aquella que con objeto de hacerla más mortífera, tiene sobre la carga un tablero cubierto de piedras.