La curva que muestra la relación entre el esfuerzo o cizalla contra su velocidad de deformación es lineal.
El mejor ejemplo de este tipo de fluidos es el agua en contraposición al pegamento, los geles y la sangre, que son ejemplos de fluido no newtoniano.
[cita requerida] Un buen número de fluidos comunes se comportan como fluidos newtonianos en condiciones normales de presión y temperatura.
Por ejemplo, el agua, el aceite, la gasolina, el alcohol, el queroseno, el benceno y la glicerina.
[1] Matemáticamente, el esfuerzo de corte en un flujo unidimensional de un fluido newtoniano se puede representar por la relación:
Donde: Es decir, al aplicarle una tensión de cizalla a un fluido newtoniano, la velocidad de deformación del fluido es directamente proporcional a la tensión previamente aplicada, siendo la constante de proporcionalidad
La ecuación constitutiva que relaciona el tensor tensión, el gradiente de velocidad y la presión en un fluido newtoniano es simplemente:
Mientras que la viscosidad de un gas aumenta con la temperatura, la viscosidad de un líquido disminuye cuando aumenta la temperatura.
[2] Esto quiere decir que la viscosidad es inversamente proporcional al aumento de la temperatura, haciendo que las partículas al momento de ejercer fuerza no tengan movimiento.
En cambio cuando no ejercemos fuerza es un líquido viscoso.
La ecuación de Arrhenius predice de manera aproximada la viscosidad:
{\displaystyle \mu (T)=\mu _{0}\exp {\left({\dfrac {E}{RT}}\right)}}