Microsoft Fluent Design, conocido antes como Project Neon, es la interfaz gráfica incluida en el sistema operativo Windows 10 desde la versión RS3 (Fall Creators Update), en concreto desde sus versiones de desarrollo (Insider Preview) y Windows 11.
La interfaz pretende mejorar el aspecto de Windows 10 proporcionando un diseño intuitivo y fluido con características de transparencia similares a Windows Aero pero dándole mayor énfasis a las interfaces táctiles.
Los parámetros de diseño se basan en cinco elementos importantes.
Se integró con sus efectos derivados del Fluent Design.
[5] En general las críticas son buenas, ya que se renovó completamente a mejorar la interfaz del sistema operativo y se unificó con todas las plataformas gracias al Composable Shell y la recepción también es muy buena.