Florentín Santos de León

Prestó servicios en el ejército durante los años siguientes, y luchó en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, de 1837.

La derrota lo obligó a huir hacia Tarija, en Bolivia, donde se reunió con varios oficiales emigrados que pretendían seguir la lucha.

Cuando llegó la noticia del triunfo del general Paz en la batalla de Caaguazú, pasó a Chile y se reunió con el grupo que pretendía una invasión desde allí a las provincias argentinas.

Fue puesto al mando de una división que debía atacar su provincia natal, y en coordinación con otra, cuya cabeza era el Chacho Peñaloza.

Derrotó a fuerzas secundarias en varios encuentros, y ocupó la ciudad de La Rioja.