Finca Roja

El concepto se contrapone a la utilización de las plantas bajas como comercios abiertos a la calle, puesto que a esta recaen viviendas en planta baja, reservando el patio interior para uso de los vecinos en un intento socializador que deriva del Falansterio de Charles Fourier.

Poseedores de un alto reconocimiento debido a su brillantez profesional y su extracción social alto burguesa, son estos arquitectos los que introducen realmente el movimiento moderno y sus lenguajes tanto racionalistas como expresionistas en Valencia.

Su perímetro está delimitado por las calles Marvà, Maluquer, Albacete (antiguamente Vitoria) y Jesús.

Se erige de manera independiente a los edificios circundantes, sin guardar con ellos ningún parecido arquitectónico.

Los contratistas de este proyecto fueron José Valera y Federico Ferrando.

En 1969, basándose en la solidez del edificio, se proyectó elevar en todo el perímetro dos pisos más y la creación de un aparcamiento subterráneo.

El plan no prosperó y la finca pudo conservar su estructura original.

Otras actuaciones, de carácter comunitario, se destinaron a reparar desperfectos ornamentales, así como para mantener impermeabilizadas las cubiertas.

El ladrillo utilizado fue fabricado por la empresa Bonet Trenco, ubicada en Alfara del Patriarca.

La última planta es abuhardillada, donde se instalan unos trasteros que completan el equipamiento de la finca.

El edificio ya se equipó con ascensores, aunque en origen eran más bien elevadores de carga.

De la fuente ornamental que había en su centro, hoy solo se mantiene el perímetro.

Fachada principal, 19 de junio de 2016.
Detalle de las ventanas en la fachada principal.
Escalera interior.
Detalle de las torres de la Finca Roja.
Las torres originalmente fueron depósitos de agua.
Detalle de las fachadas laterales.
Patio interior.