La música incidental (comúnmente llamada score en inglés) consiste en las composiciones que realzan y complementan la mayoría de las escenas en el filme como música de fondo, por lo general compuestas por músicos especializados en este tipo de obras: Ennio Morricone, Jerry Goldsmith, James Horner, Hans Zimmer, John Powell, John Williams, Basil Poledouris, Alex North, Elmer Bernstein o John Barry son artistas claramente asociados a la música de este tipo.La confusión entre banda sonora y música cinematográfica, en español, es precisamente de origen semántico, al no tener nuestro idioma palabras específicas que distingan ambos conceptos de manera clara, a diferencia del inglés que sí las tiene, con las ya mencionadas soundtrack y score.Personas especializadas, entre ellas «el explicador», contaban lo que sucedía y mediante artilugios hacían los ruidos, viento, tempestades, trinos de pájaros y otros, que eran utilizados para una mejor comprensión del lenguaje de las imágenes mudas.El sistema encarecía notablemente la producción cinematográfica y la guerra de 1914 paró casi totalmente su utilización.En el año siguiente se presentó Lights of New York (1928) que sí era totalmente sonora.Korngold, Steiner, Waxman, Tiomkin, Rózsa son nombres recordados en la historia del cine.Esta decisión, en conjunto con el productor, transformó la historia del cine, pues desde allí las BSO fueron de extrema importancia.Así lo hicieron compositores que habían alcanzado sus obras maestras en los años anteriores, ahora realizando aportes interesantes, pero quizás menos valorados.En los últimos 30 años algunos compositores de renombre le han dado nuevas valoraciones por parte del público a las bandas sonoras.Ejemplos de esto son John Williams, Jerry Goldsmith, Joe Hisaishi, Hans Zimmer, James Newton Howard, Danny Elfman, Basil Poledouris, James Horner, Vangelis, Nicola Piovani, o Ennio Morricone.El compositor generalmente entra al proceso creativo hacia el final del rodaje, más o menos al mismo tiempo que la película está siendo editada, aunque en algunas ocasiones el compositor está disponible durante todo el rodaje, especialmente cuando la música es parte de la acción y los actores han de reaccionar a ella (diegética).El director Godfrey Reggio editó sus películas Koyaanisqatsi y Powaqqatsi basadas en la música del compositor Philip Glass.[4] En otro ejemplo notable, el final de E.T., el extraterrestre fue editado para que coincidiera con la música de John Williams: tal y como se relata en un documental complementario del DVD, Steven Spielberg dio a Williams completa libertad con la música y le pidió que grabara la señal sin imagen; después, Spielberg volvió a editar la escena para que coincidiera con la música.Se le pidió al compositor Hans Zimmer que escribiera música de esta manera en 2010 para la película del director Christopher Nolan Inception ;[5] compositor Gustavo Santaolalla hizo lo mismo cuando escribió su puntaje ganador del Óscar para Brokeback Mountain .Estos se representan visualmente mediante líneas verticales (serpentinas) y estallidos de luz llamados golpes.El tiempo que un compositor tiene para escribir varía de un proyecto a otro; Según el calendario de postproducción, un compositor puede tener tan poco como dos semanas o hasta tres meses para escribir el puntaje.Como parte de sus preparativos para escribir el puntaje, el compositor a menudo investigará diferentes técnicas musicales y géneros según sea apropiado para ese proyecto específico; como tal, no es raro que cada banda sonora sea completamente distinta!Los músicos para estos conjuntos a menudo no son acreditados en la película o en el álbum y se contratan individualmente (y si es así, el contratista de orquesta se acredita en la película o en el álbum de la banda sonora.[cita requerida] La orquesta toca frente a una pantalla grande que representa la película.Estos elementos agudos y disonantes se incorporan a las melodías de muchas bandas sonoras para conseguir este efecto en el público, y se puede escuchar en filmes clásicos como Viernes 13, hasta más modernos, como Sinister.Estas ondas pueden causar ansiedad, tristeza, palpitaciones y temblor, causando que algunas personas abandonaran las salas del cine de películas como Actividad Paranormal antes de llegar a las escenas más fuertes.