También sabemos que formó parte del círculo de artistas como Juan Dò, Aniello Falcone y Agostino Beltrano.
En los primeros años del siglo XVII tuvo relación con el taller de Carlo Sellitto, de quien parece que fue alumno y el encargado de acabar el Crucifijo de Santa María de Portanova, que Sellitto dejó inconcluso a su muerte.
Su estilo era un poco duro, aunque con el tiempo se suavizó levemente gracias a la influencia de su hijastro Pacecco de Rosa, que acabó superando al que había sido su maestro.
En la fase final de su carrera, se orientó hacia el clasicismo, que cederá poco a poco para mimetizar su arte con el de su hijastro Pacecco.
Parece que un número elevado de obras han de ser adjudicadas a una colaboración a cuatro manos entre ambos artistas.