Filipo II Filorromano

Filipo II Filorromano (en griego: Φίλιππος ὁ Φιλορωμαῖος, "Amigo de los romanos") o Baripous (Βαρύπους, "Pie pesado") de la dinastía seléucida, fue rey de Siria desde el año 65 a. C. al 63 a. C. Hijo de Filipo I Filadelfo, Cneo Pompeyo Magno fue árbitro de su disputa por el trono con Antíoco XIII Asiático.

Pese a que Pompeyo decidió convertir Siria en provincia romana, reinó en parte del país como cliente romano hasta el año 63 a. C. Era hijo del gobernante Filipo I Filadelfo, y reinó en algunas áreas de Siria a principios de los años 60 a  C., como rey cliente del general romano Pompeyo,[1]​ buscó el favor del general romano.

En el 64 a. C. Pompeyo destronó a Antíoco y anexó Siria a la República romana; Filipo continuó reinando durante algún tiempo sobre Cilicia.

Antíoco murió asesinado por un jeque árabe y Filipo II se cree que sobrevivió, ya que en el 56 a. C.se menciona a un príncipe de nombre Filipo un tiempo después como futuro esposo de Berenice IV de Egipto de Egipto, a fin de tomar el trono del reino ptolemaico de Egipto, unión que nunca se celebró, ya que el gobernador de Siria, Aulo Gabinio, opuesto al enlace, mató a Filipo.

[3]​[4]​ Aunque la figura de Filipo es históricamente insignificante, con él se extinguió la dinastía seléucida,[5]​ que durante once generaciones había reinado sobre buena parte del mundo helenístico.

Inscripción de Filipo II en Cilicia.