Sin embargo, la medida no fue lo que se puede considerar un éxito, ya que para desgracia de sus promulgadores tuvo un efecto totalmente contrario al pretendido, en los seis años siguientes, únicamente dos destiladores pagaron la tasa y se produjo un aumento de la producción ilegal.
El objetivo es obtener la mezcla más pura, que garantice una fusión perfecta con el resto de botánicos.
Finalmente, con el fin de rebajar la fórmula, se mezcla con agua desmineralizada que dará lugar a la proporción exacta del espirituoso y su contenido en alcohol.
La lista de ingredientes se caracteriza por una mezcla de los mismos en proporciones perfectamente equilibradas, según palabras de su maestro destilador: “no sobresalen los cítricos como en algunas ginebras, ni el enebro como en otras recetas clásicas, ni tampoco elementos exóticos o poco identificables que distorsionen o se alejen del concepto ginebra”.
Según la marca la graduación perfecta para una ginebra, independientemente de si se va a tomar sola, mezclada en cóctel corto o combinada con tónica.
Ginebra limpia y cristalina, escasamente perfumada, perfectamente equilibrada, no destaca ningún botánico por encima de los demás, en boca es suave pero con vigor, una vuelta a los orígenes de la ginebra, porque no por ser premium tienes que perder tu historia.
Si queremos algo un poco más elaborado, podemos sustituir la piel de limón por 3 frambuesas trituradas, que le darán un delicioso color y sabor.