El mito habla de unos 30.000 soldados franceses y navarros que asediaron durante 17 días la ciudad.Sin embargo, investigaciones recientes reducen el número de atacantes a unos 8.000 y precisan la cronología del cerco situándola entre el 4-6 de junio y el 11 del mismo mes (una semana aproximadamente).Según cuenta la leyenda, la ciudad sobrevivió a base de peces pescados en el río Ebro durante el asedio, como consecuencia que el resto de subsistencias fueron destinadas a la alimentación del último animal bovino que quedaba vivo en la ciudad.Este fue engordado y mostrado a los invasores para extender la leyenda que todos los habitantes de Logroño, incluidos los animales, poseían un tamaño sobrehumano y así atemorizar las tropas del ejército invasor.[6] Hoy sabemos que este y otros mitos no se adecuan a la realidad.