El sacristán informó de todo al cura, pero éste se lo tomó a la ligera; las consecuencias fueron graves: hubo, en efecto, una fuerte tormenta, y el barro arrastró el cuadro río abajo, hasta el territorio del municipio de Pagani.
El evidente milagro atrajo la atención general hacia el pequeño oratorio y en muy poco tiempo se produjeron nuevas curaciones.
[6] Se decidió entonces la construcción de una iglesia más digna para acoger a los fieles, y en 1610 Monseñor Simone Lunadoro, obispo de Nocera de' Pagani, nos dice que "gracias a la ayuda del pueblo devoto, que da grandes limosnas, se empieza a construir una iglesia mucho más capaz" en el lugar donde las gallinas habían encontrado la mesa.
En los patios, donde el mayor espacio permite crear un tosello más llamativo, se colocan también la estatuilla de la Virgen María y pequeños gallineros, a veces acompañados de tammurriate o danzas típicas, exhibiciones y banquetes.
Inmediatamente después del rito del intercambio, la procesión se reanuda para detenerse de nuevo en la plaza Corpo di Cristo, donde a veces se celebra la misa solemne al aire libre, presidida por el obispo.
El rasgo más importante que envuelve toda la fiesta es la tamborrada, un frenesí de música popular que estalla el viernes in albis, acompaña a la población durante toda la jornada del domingo y finaliza al amanecer del lunes siguiente, cuando los devotos van a depositar a los pies de la Virgen los tambores utilizada durante la fiesta.
Una vez pasada la procesión de la Virgen, se crean los círculos, donde la tamborrada y los devotos dan vida libremente a la ella.
A las 19.00 horas se celebrará el tradicional intercambio de regalos con la Padres del Redentor en la Piazza D'Arezzo.