En la ficha policial suelen aparecer dos fotos:una de perfil y otra frontal.
El fondo normalmente es neutro, para evadir las distracciones de la imagen facial.
Las primeras fotografías de prisioneros pueden haber sido tomadas en Bélgica en 1843 y 1844.
Para los 1870 la agencia había acumulado la colección más grande de fichas policiales en los EE.
Con la fotografía digital, esta se enlaza a un registro en una base de datos acerca del arresto.
El sistema legislativo de Estados Unidos ha mantenido durante mucho tiempo que las fotos policiales pueden conllevar a efectos negativos en los jurados.