Festival de Otoño (Madrid)
El festival no tenía dirección artística claramente definida ni estructura económica, y Pilar Yzaguirre dejó la programación del festival en 1989 al no conseguir que tanto ella como su equipo de unas 15 personas fueran contratados legalmente.El agente cultural Agustín Tena dirigió su programación de 1992 a 1995, hasta que su dirección fue encomendada al compositor Tomás Marco.Aunque la propuesta se presenta al público como una oportunidad para que los espectadores puedan ver más obras, algo que les resultaría por tiempo o economía más difícil en un contexto de crisis para un festival concentrado en media docena de semanas, la decisión es recibida con escepticismo por parte de un sector que creerá que este cambio se debe a un severo recorte en la dotación del Festival, el cual mantiene en principio su presupuesto anterior, pero se convierte en una parte importante de lo que podría ser una programación regular de este complejo teatral de titularidad pública.[15] La edición 2020 del festival, con el dramaturgo Alberto Conejero como nuevo director, se vio trastocada por los efectos de la pandemia de COVID-19 que obligó a cancelar montajes, en particular los procedentes del extranjeros.Conejero no renunció a la programación internacional pero su gestión se volcó en los creadores nacionales y aprovechó el certamen para reprogramar algunos espectáculos cancelados durante la temporada.