Ellos contrataron como ingenieros consultores para la compra de material ferroviario a los hermanos John y Alfred Blyth.Ese mismo año fueron contratados más ingenieros británicos, entre los cuales George Paddison, a quien se le asignó la ejecución de la obra secundado por los ingenieros George Thompson, Evil P. Burnell y Henry Valpy, a las órdenes de John Whitehead, jefe de los arsenales del Gobierno paraguayo.El Arsenal de Marina paraguaya colaboró construyendo material rodante y accesorios para las estaciones.Durante la guerra el ejército paraguayo levantó parte de la vía férrea para evitar su utilización por las fuerzas aliadas.Al ser capturado todo su recorrido por los aliados el ferrocarril fue restablecido precariamente por las fuerzas brasileñas en 1870, poco antes del final de la guerra.[5] En 1887 el presidente Patricio Escobar autorizó la venta del ferrocarril a una compañía británica que tomó el nombre de The Paraguay Central Railway Co., por lo que la línea fue renombrada Ferrocarril Central del Paraguay (FCCP).En 1909 el estadounidense Percival Farquhar adquirió la mayor parte de las acciones del ferrocarril.La vinculación con la red ferroviaria argentina requirió el retrochado del ferrocarril paraguayo a la misma trocha que se utilizaban los ferrocarriles argentinos de la Mesopotamia (1435 mm).En 1914 se inauguró el ramal entre San Salvador y Eugenio A. Garay, que en 1919 fue ampliado hasta Abaí, en busca de alcanzar Foz do Iguazú en Brasil, lo cual no se concretó.En 2000 fue promulgada una ley que renombró la línea como Ferrocarril Carlos Antonio López (FCPCAL).[7] Los paseos turísticos en tren entre la estación Central y Areguá finalizaron en 2009, cesando por completo la operación ferroviaria.
La locomotora
Paraguay
(1861), preservada en la estación Central de Asunción